Ser flexibles y mantenerse fieles a la vez: el equilibrio de trabajar con las empresas en materia de derechos humanos

 EPA/DIVYAKANT SOLANKI

Una novia vestida en traje tradicional participa en una ceremonia de matrimonio en India, 2012.


En India, conseguir aceptación y financiamiento para los derechos de las mujeres puede ser complicado, especialmente en temas como el matrimonio infantil que los residentes urbanos suelen considerar problemas “rurales”, muy alejados de su mundo. Aunque un estudio reciente de UNICEF muestra una disminución considerable de los matrimonios infantiles en la India, la mayoría de estos residentes urbanos no saben que el 47 % de las mujeres de 20 a 24 años en la India se casaron antes de cumplir 18 años, lo que indica que aún es un problema notablemente frecuente. De acuerdo con las Estadísticas de Bienestar Familiar de 2011 del Ministerio de Salud de la Unión, por cada mujer menor de 18 años de edad que se casa en los centros urbanos, tres mujeres hacen lo mismo en las zonas rurales. Pero esta también es una práctica generalizada en las zonas urbanas y periurbanas de la India. Es un problema profundamente arraigado en la tradición, donde las niñas se perciben como una carga y muchas familias no están dispuestas a invertir en el futuro y la educación de sus hijas. Esta situación se ve agravada por la falta de infraestructura para mantener a las niñas en las escuelas.

En Breakthrough, nos hemos concentrado en combatir la violencia de género como la base de todos nuestros programas y sabíamos desde el principio que era primordial transformar las normas relacionadas con las prácticas abusivas, como el matrimonio infantil. Una parte integral de nuestra metodología es que creemos que todos debemos ser parte de la solución y que es algo que nos concierne a todos. Tenemos que resolver los problemas mediante la creación de un diálogo muy dinámico y comprometido. Sin embargo, nuestras investigaciones sugieren que los hombres y las mujeres urbanos no sienten que sus acciones para prevenir el matrimonio precoz tengan algún efecto fuera de su zona de influencia. Antes de desarrollar nuestra iniciativa más reciente, “Selfies4Schools” (Selfis para las escuelas), tuvimos que encontrar al socio y el mensaje adecuados.

Imagen de la campaña Selfie4Schools”.


Cuando comenzamos nuestra asociación con la Fundación Vodafone, nos resultó complicado identificar una campaña mutuamente aceptable. Al ser una empresa tecnológica de gran tamaño, Vodafone naturalmente quería hacer algo centrado en la tecnología y teníamos que encontrar un mensaje que funcionara con la tecnología para difundir información sobre los derechos de las mujeres y las niñas. Fuimos categóricos en cuanto a que no nos alejaríamos de nuestra misión de prevenir la violencia de género, pero no sabíamos cómo debatir esto en el entorno tecnológico. Nos tomó casi un año encontrar la respuesta adecuada, por lo que la fase inicial de planeación fue uno de nuestros mayores desafíos.

Ciertamente, conforme comienzan a cambiar los modelos de financiamiento para los derechos humanos, colaborar con las empresas puede ser una opción eficaz. Sin embargo, plantear los problemas de maneras que resulten atractivas para las empresas —sin hacer concesiones sobre los valores y objetivos de derechos humanos— es uno de los mayores obstáculos. Finalmente, después de mucho debate y varias propuestas rechazadas, llegamos a la educación como algo en lo que podríamos colaborar. Si bien es posible que el matrimonio infantil no esté en la mente de los sectores de alta tecnología o los residentes urbanos indios, la educación definitivamente lo está, así que planteamos nuestro mensaje en términos de mantener a las niñas en las escuelas para retrasar el matrimonio precoz. A Vodafone le gustó esta idea y aceptó pagar la educación de 25,000 niñas durante un año (es decir, financiaría a la ONG que pagaría la escolarización de las niñas). El siguiente paso fue determinar cómo hacer realidad esta campaña.

"Plantear los problemas de maneras que resulten atractivas para las empresas —sin hacer concesiones sobre los valores y objetivos de derechos humanos— es uno de los mayores obstáculos."

Una vez que nos decidimos por el tema principal, trabajamos con Vodafone para concebir la campaña “Selfies4Schools” en la que las personas se tomarían una selfi con su teléfono celular o en una de las exposiciones itinerantes de Breakthrough en varias ciudades. Con la petición de subir una selfi a la página de la campaña, Breakthrough pretendía involucrar a la generación más joven de la India urbana y también esperaba fomentar el diálogo con ellos sobre el tema del matrimonio precoz y la escolarización de las adolescentes. Si más personas sienten un vínculo directo con la causa de prevenir el matrimonio precoz de las niñas, hay una mayor probabilidad de que usen su potencial para influir en las conversaciones entre pares.

Breakthrough utilizó medios digitales, radio y medios impresos para difundir la campaña y alentar a las personas a que subieran sus selfis e invitaran a sus amigos a hacer lo mismo. La campaña fue un gran éxito y logró llegar a más de 19 millones de personas en el transcurso de cinco semanas. Se alcanzó la meta original de 2,500 selfis en tan solo los primeros 10 días; el recuento final de selfis superó las 7,000. Al final de la campaña, habíamos recaudado $453,125 USD —más del doble de nuestra meta original— y la Fundación Vodafone superó con creces su compromiso de enviar a 25,000 niñas a la escuela y, en cambio, acordó pagar la educación de 58,000 niñas. La campaña no solo creó conciencia sobre el problema del matrimonio infantil: al ayudar a que estas 58,000 niñas se mantuvieran en la escuela un año más, también retrasó sus matrimonios.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Después de esta campaña, la atención de Vodafone se trasladó a los programas basados en habilidades; y este siempre es un desafío cuando se trabaja con empresas. Llega gente nueva, es posible que los antiguos defensores de la causa se vayan, y las organizaciones tienen que replantear constantemente los temas para los financiadores, sin perder la esencia de su misión. En India, las empresas no quieren hablar sobre la violencia, especialmente la violencia intrafamiliar, así que este es un obstáculo constante para nosotros. Además, las empresas prefieren apoyar el trabajo que tiene una perspectiva de prestación de servicios, ya que los resultados son tangibles y fáciles de demostrar. Por el contrario, el cambio de normas no solo es difícil de medir y cuantificar, sino también tarda mucho más tiempo en surtir efecto. Tenemos que encontrar formas creativas de relacionarnos con las empresas que coincidan con lo que ellas están buscando y al mismo tiempo permanezcan fieles a lo que queremos lograr. Por ejemplo, Google nos ayudó a crear un conjunto de herramientas digitales para el activismo y Facebook y Twitter nos han apoyado en la celebración de eventos en espacios en línea.

El cambio de normas solo puede ocurrir cuando nos relacionamos con una población diversa, y las empresas pueden ser de gran ayuda con sus recursos: humanos, financieros y materiales. Si cultivamos estas relaciones, las empresas adecuadas se pueden convertir en partidarias y defensoras a largo plazo de nuestra causa. Ser flexibles y creativos —al tiempo que nos mantenemos firmes en nuestros principios— es el equilibrio que siempre intentamos alcanzar cuando trabajamos con donantes empresariales.