La violencia policial es una realidad cotidiana en Brasil, especialmente en zonas marginadas como Maré, uno de los complejos de favelas más grandes de Río de Janeiro. Más de 140 000 residentes de Maré viven bajo un riesgo constante debido a las operaciones policiales a gran escala. Estas acciones, justificadas por la guerra contra las drogas, a menudo dan lugar a violaciones sistemáticas de los derechos humanos, como violencia física, daños a la propiedad, allanamientos de morada y ejecuciones extrajudiciales.
En respuesta a la persistente falta de denuncias de violaciones de los derechos humanos, se creó el proyecto Data & Justice, una iniciativa independiente que aprovecha la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos para cartografiar y clasificar estas violaciones. La iniciativa emplea el procesamiento del lenguaje natural (NLP) para automatizar la clasificación de las denuncias, un proceso que actualmente se basa en revisiones manuales realizadas por personas que clasifican las denuncias basándose en interpretaciones subjetivas, un método lento, inconsistente y propenso a errores humanos.
Maré como lente para observar los problemas de la policía y la vigilancia
En lugares como Maré, donde las operaciones policiales a gran escala son una realidad constante, los residentes denuncian con frecuencia las violaciones que han sufrido. Sin embargo, estas denuncias, a menudo numerosas y generadas en circunstancias angustiosas, se documentan de forma fragmentada y desestructurada, lo que dificulta la detección de patrones más amplios de abuso. Data & Justice pretende cambiar esta situación utilizando el PLN para clasificar de forma rápida y precisa estas denuncias, lo que permite identificar patrones recurrentes que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos. Al entrenar algoritmos con un conjunto de datos que ya han sido clasificados, nuestro modelo es capaz de clasificar rápidamente las nuevas denuncias y descubrir conexiones ocultas dentro de los datos. Esta información puede utilizarse para apoyar las iniciativas de defensa, exigir responsabilidades a las autoridades e informar las intervenciones políticas destinadas a proteger a las poblaciones vulnerables.
La situación en Maré no es un fenómeno aislado, sino que forma parte de un sistema de políticas de seguridad pública que afecta a las comunidades marginadas de todo el mundo. En muchos países, las estrategias de represión basadas en la guerra contra las drogas han dado lugar a la militarización de las fuerzas policiales, al uso excesivo de la fuerza y a la criminalización de las poblaciones vulnerables. Al mismo tiempo, la inteligencia artificial y otras tecnologías se incorporan cada vez más a estas políticas, lo que a menudo refuerza la vigilancia, la opresión y la persecución de las minorías. Por el contrario, Data & Justice podría revertir esta dinámica aprovechando la IA para descubrir patrones de abuso y ofrecer alternativas basadas en datos a los discursos oficiales, promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas del Estado.
El uso de la IA y el PLN para supervisar las violaciones de los derechos humanos tiene el potencial de transformar la forma en que se registran y abordan los casos de violencia policial. Este enfoque permite analizar un gran volumen de información de forma rápida y precisa, superando los métodos tradicionales que se basan exclusivamente en la revisión manual de los informes. Por ejemplo, los informes de violaciones de los derechos humanos pueden recopilarse y organizarse en una hoja de cálculo o una base de datos, en la que cada entrada corresponde a un testimonio o a la descripción de un incidente. A continuación, se pueden aplicar técnicas de PLN para procesar esta información no estructurada, lo que permite la clasificación automática de los informes por tipo de violación, ubicación o actor responsable. En lugar de depender únicamente de una revisión manual que requiere mucho tiempo y es propensa a errores, este enfoque permite realizar análisis a gran escala e identificar patrones sistémicos que, de otro modo, podrían permanecer ocultos.
Sin embargo, es ampliamente reconocido que la IA ha sido cada vez más utilizada por los gobiernos como herramienta de vigilancia y represión, a menudo bajo el pretexto de la seguridad pública. Tecnologías como el reconocimiento facial y el análisis predictivo suelen profundizar las prácticas de perfil racial y reforzar las políticas represivas.
El uso de herramientas de IA para la justicia
En respuesta a ello, la iniciativa Data & Justice invierte esta lógica, empleando la IA para identificar patrones de abuso, mejorar la transparencia y cuestionar las narrativas oficiales, promoviendo la rendición de cuentas del Estado y sacando a la luz injusticias que a menudo se ignoran.
Además, esta metodología puede tener un impacto real en la formulación de políticas públicas y el debate jurídico. Un enfoque sistemático para recopilar pruebas de violaciones de los derechos humanos permite elaborar informes basados en pruebas, que pueden respaldar acciones legales y presionar a las autoridades para que realicen cambios estructurales. La metodología propuesta también podría remodelar las políticas públicas y los marcos jurídicos. La recopilación sistemática de datos sobre violaciones de derechos tiene el potencial de respaldar informes basados en pruebas, acciones legales y presión para el cambio estructural. Por ejemplo, las iniciativas Fogo Cruzado y GENI/UFF ya supervisan las operaciones armadas en la comunidad y muestran cómo los datos detallados y desglosados pueden afectar a las resoluciones judiciales y a la supervisión internacional. Este trabajo ha puesto de relieve el papel del Estado en la perpetración de violencia letal, en particular a través de masacres perpetradas por la policía: 223 de las 305 masacres ocurridas entre 2016 y 2021 estuvieron relacionadas con operaciones policiales, lo que provocó 878 muertes.
Desde esta perspectiva, la IA ayuda a dar voz a comunidades históricamente silenciadas, garantizando que sus denuncias no se traten como casos aislados, sino como parte de un problema sistémico. Como resultado, la iniciativa Data & Justice no solo documenta los abusos, sino que también proporciona herramientas concretas para apoyar las acciones de defensa y exigir cambios estructurales. Al transformar datos dispersos en información organizada y accesible, el proyecto refuerza el derecho a la vida, la seguridad y la dignidad, al tiempo que desafía la impunidad del Estado y refuerza la necesidad de mecanismos eficaces de supervisión y rendición de cuentas.
La metodología aplicada por Data & Justice no se limita a la situación en Maré ni a la supervisión de la violencia policial. Su enfoque innovador puede replicarse y adaptarse a diferentes contextos para fortalecer la protección de los derechos fundamentales. En un mundo en el que las comunidades marginadas se enfrentan a la exclusión social y a la falta de acceso a los derechos básicos, iniciativas como esta representan una forma concreta de promover una mayor transparencia y acceso a la justicia.
Data & Justice demuestra cómo la tecnología puede ser un aliado esencial en la lucha por la transparencia y la justicia social. Además, su naturaleza replicable y adaptable le permite expandirse más allá del monitoreo de la violencia policial. El enfoque puede aplicarse en muchos otros ámbitos, como la denuncia de infracciones medioambientales, la defensa de los derechos de vivienda y la garantía del acceso a los servicios esenciales.
Iniciativas como Data & Justice reafirman la importancia del uso ético de la tecnología para abordar las desigualdades estructurales y reforzar la lucha por los derechos fundamentales. Al emplear la inteligencia artificial para hacer más visibles las injusticias, este proyecto allana el camino para una nueva forma de defensa digital, en la que los datos se convierten en una herramienta de resistencia y transformación social.