Transformar la crisis climática en oportunidad: Un paso hacia la igualdad de género

Aunque las mujeres siempre han sido aclamadas como la "columna vertebral" de Uttarakhand, están en desventaja en varios sectores socioeconómicos. En la imagen de arriba, un grupo de mujeres descansa en Almora, Uttarakhand. Fuente: D M Pant / Pixabay Creative Commons

A lo largo de los años, se han establecido claros vínculos entre la subordinación y la opresión de las mujeres y la explotación y la degradación del mundo natural. El ecofeminismo surgió de este vínculo al basarse en el concepto de género para investigar las relaciones entre los seres humanos y el mundo natural. El primer impacto importante del pensamiento ecofeminista se produjo en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992, donde se hizo un llamado a considerar los derechos de la mujer y del ambiente como parte del mismo espectro.

Dado que el cambio climático sigue siendo una de las mayores amenazas para nuestro planeta en el siglo XXI, es necesario hacer mayores esfuerzos para incorporar más voces marginadas a nuestras respuestas al cambio climático y reconstruir los archivos ecofeministas, ya que esto repercutirá no sólo en nuestra sociedad sino también en el planeta.

Las mujeres y los hombres experimentan el cambio climático de forma distinta, ya que las desigualdades de género persisten en todo el mundo. Las mujeres suelen experimentar una mayor carga de los impactos del cambio climático, ya que es más probable que sean las principales cuidadoras, al tiempo que se encargan de la obtención de alimentos, agua y leña.

Según las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), está claro que las personas que ya se encuentran entre las más vulnerables y marginadas serán las que experimenten los mayores impactos del cambio climático.

 

El estado de Uttarakhand, en el norte de India, también conocido como devbhoomi o tierra de los dioses, alberga el Himalaya y cuenta con una gran flora y fauna. El progreso del estado a lo largo de los años, que incluye una elevada cobertura forestal y una tasa de alfabetización superior a la media nacional, puede relacionarse con el movimiento ecofeminista "chipko", en el que las mujeres utilizaron sus cuerpos para proteger los árboles de la tala en la década de 1970.

 

En los últimos tiempos, Uttarakhand ha visto aumentar el estrés hídrico y el riesgo de catástrofes naturales, como inundaciones y deslizamientos de tierra, además de las presiones existentes sobre la agricultura. En las dos últimas décadas, el estado también ha visto la aparición de "pueblos fantasmas", lo que pone de manifiesto que la migración es un problema clave. Según el censo de 2011, hay 1048 pueblos con una población nula y otros 44 con una población inferior a diez personas. En muchos casos, son las mujeres, los niños y los ancianos los que siguen habitando los pueblos y cultivando la tierra.

Aunque las mujeres siempre han sido aclamadas como la "columna vertebral" de Uttarakhand, se han visto desfavorecidas en varios sectores socioeconómicos. Las mujeres de Uttarakhand también se han resistido a las prácticas insostenibles asociadas a la modernización y han luchado contra el alcoholismo entre los hombres, lo cual forma otro movimiento social clave. Esta capacidad de organización de las mujeres de Uttarakhand sigue viéndose en numerosas iniciativas en todo el estado.

En las dos últimas décadas se ha producido un cambio constante en el papel y la contribución de las mujeres a la sociedad. En la foto de arriba, un grupo de mujeres canta canciones populares durante Holi, el festival de los colores, en Almora, Uttarakhand. Se puede ver a Basanti de pie a la derecha. Fuente: Promil Pande

 

La nueva ordenanza aprobada por el gobierno del estado de Uttarakhand, la primera de este tipo en India, otorga derechos de copropiedad a las mujeres en las propiedades ancestrales de sus maridos. Fue acogida con entusiasmo, sobre todo teniendo en cuenta la emigración a gran escala de los hombres, que ha hecho que las mujeres dependan de la agricultura para mantenerse a sí mismas y a su hogar sin ningún derecho legal sobre la tierra.

Según el Plan de Acción de Uttarakhand sobre el Cambio Climático, las mujeres se dedican a más actividades agrícolas además de las tareas domésticas. Las mujeres y las niñas también suelen encargarse de recoger agua para beber, cocinar, lavar y criar ganado menor.

Documentamos la vida de Basanti, una mujer kumaoni de la aldea de Dwarson, como estudio de caso para la conferencia Mujeres, Clima e Inseguridad. Su marido lucha contra el alcoholismo mientras ella desempeña el papel de matriarca, como lo hizo su madre. Cuando se le preguntó por su relación con la naturaleza y los animales, dio crédito a su madre y dijo: "Mi madre primero consiguió una cabra para mis hijos y luego una vaca... pensando que los niños necesitarían leche. A lo largo de los años criamos y vendimos ocho vacas. También crié cabras y gallinas. Las mujeres al frente del hogar marcaron una gran diferencia".

A pesar de su vulnerabilidad a las inseguridades climáticas, las mujeres son agentes activas y promotoras eficaces de la adaptación y la mitigación del clima.

Hoy, Basanti es una orgullosa propietaria de tierras y casas en Kumaon, que vive en la casa que heredó de su madre. Además, también tiene una participación en la propiedad de sus suegros y acceso a sus tierras. Ha gestionado con éxito su hogar y ha criado a sus cinco hijos, a pesar de los numerosos obstáculos. Contribuye mucho a su comunidad y su capacidad de liderazgo puede verse en varias iniciativas locales de la zona.

En las dos últimas décadas se ha producido un cambio constante en el papel de la mujer y en su contribución a la sociedad. Basanti es sólo una de las muchas mujeres de Kumaoni que han demostrado todo lo bueno que ocurre cuando las mujeres tienen libertad, poder y recursos. Las mujeres empoderadas son agentes de cambio y, en el contexto climático, sin duda están mejor equipadas para gestionar los recursos medioambientales.

En pocas palabras, a pesar de su vulnerabilidad a las inseguridades climáticas, las mujeres son agentes activas y promotoras eficaces de la adaptación y la mitigación del clima. Tenemos que proporcionarles las herramientas adecuadas para que sigan por este importante camino, que une la igualdad de género y la acción climática.